FRANZ ERHARD
By Diego Alegría

Sábado 20 de Octubre del 2018
Las 12 pm, el día completamente nublado, aunque se siente un gran ambiente artístico y no solo porque sabía que tendría la fortuna de participar en una visita guiada en el museo Jumex en la CDMX.
La gente comienza a aparecer en la puerta del museo, sus rostros figuran un poco de intriga por saber como será la visita del día de hoy. Sin duda la emoción me hace querer adelantarme un poco entre la gente y lo que alcanzo a ver son paredes largas y blancas, cristales igual de altos y pasillos sin color.
A eso de las 12:30 de la tarde, dimos comienzo al tour, nos dirigimos a un especie de elevador industrial a la mitad del pasillo, su tamaño me hacia pensar de las funciones que tiene durante las jornadas de exposiciones. Ahora nos encontrábamos en el último piso del museo, las paredes blancas seguían presentes, pero esta vez la exposición había tomado posesión de gran parte de ellas.
Al principio logre observar un grupo de fotografías enmarcadas, contaban una historia, no muy clara al principio, pero que logró tomar forma una vez que avanzamos con el tour. El autor, FRANZ ERHARD.
Franz Erhard, el artista que deleitaria mis ojos y mis sentidos durante un gran rato, las fotos contenían imágenes de personas realizando ciertas actividades con pedazos de tela perfectamente unidos y elaborados, justo en frente se encuentran planos, los mismos para elaborar las construcciones de tela como en las fotografías.
Pasamos a la sala central de la exposición, donde letras gigantes y abstractas cubrían gran parte del salón, las letras de diferentes colores y elaboradas de un forma muy peculiar, la letra O que colgaba justo en el centro, estaba hecha de canastas cuadradas de tela con pequeñas cintas para unirlas una con la otra, hasta formar la figura de la letra O.
La letra A, no parecía ninguna letra, su forma asemejaba un triángulo enorme recargado hacia la pared, pero era cuestión de tu subjetividad para lograr entender el propósito de las formas y acomodos.
Una vez que terminamos de contemplar las letras con figuras amorfas, nos colocamos al rededor de un tapete enorme en el centro de la exposición, a los lados se encontraban bolsas de telas que contenían las figuras de tela que se apreciaban en las primeras fotografías. Por supuesto me declare voluntario para la siguiente actividad.

Otras 4 personas y yo, sacamos uno de las estructuras de tela que se encontraban en una de las bolsas, al tenerla en las manos, nos percatamos que era una especie de cadena la cual nos la pusimos por encima, al terminar de colocarla en la cintura, apreciamos una especie de criatura con 10 piernas y 5 cabezas, la estructura tenía unidos los eslabones para formar una especie de gusano.
Al termino de la actividad logré entender el propósito del artista, el cual era darle protagonismo al espectador, al invitarlo a ser parte de la obra, utilizando las estructuras de tela y la imaginación para hacerlas funcionar.
La una y media de la tarde, mi intriga sobre las piezas era tan grande que no me percate en el tiempo que habíamos empleado en cada una de las estructuras, tristemente ese, era el final de nuestra visita.
La obra perfecta para cualquier amante del arte, no solo puedes apreciarlo, sino puedes formar parte de el de una forma muy peculiar.